Aprender a reconocerlos puede ser tu primer gran alivio
¿Te duele la cabeza y no sabes si es estrés, cansancio o simplemente que el universo conspiró en tu contra? 😵💫 Tranquil@, no estás sol@. Muchas veces confundimos un simple dolor de cabeza con una migraña, o viceversa.
Aunque ambos pueden arruinarte el día, saber diferenciarlos te puede salvar de muchas vueltas innecesarias (y de muchos medicamentos que no funcionan). Hoy te contamos qué son, cómo reconocerlos, qué hábitos los provocan y, lo más importante: qué puedes hacer para que tu cabeza vuelva a ser tu mejor aliada.
¿Qué es un dolor de cabeza y qué es una migraña?
Dolor de cabeza:
Es esa molestia incómoda que aparece en cualquier parte de la cabeza o el cuello. Puede ser leve o fuerte, durar minutos o unas cuantas horas, y generalmente se siente como una presión o tensión.
Migraña:
Aquí la cosa se pone más seria. La migraña es un tipo específico de dolor de cabeza, más intenso y traicionero, que puede venir acompañado de náuseas, vómitos, sensibilidad extrema a la luz y sonidos… ¡e incluso ver destellos o perder parte de la visión por un rato!
La gran diferencia:
El dolor de cabeza común es incómodo. La migraña es incapacitante. Así de sencillo.
¿Cómo saber si tienes migraña o solo un dolor de cabeza?
Dolor de cabeza «normal»:
- Sensación de presión o pesadez en toda la cabeza.
- Dolor leve a moderado.
- Suele mejorar al descansar o con analgésicos comunes.
- Afecta ambos lados de la cabeza.
Migraña:
- Dolor punzante o palpitante (como un tambor en tu cráneo).
- Generalmente afecta un solo lado.
- Puede ir acompañada de náuseas, vómitos y mareos.
- Molestia con la luz, los ruidos o los olores fuertes.
- A veces, visión borrosa o destellos (conocidos como “aura”).
Causas: ¿Por qué mi cabeza me duele a veces?
La respuesta rápida: ¡por muchas razones!
Tanto la migraña como los dolores de cabeza pueden deberse a:
- Estrés (ese compañero de todos los días)
- Cambios hormonales (hola, menstruación)
- Dormir mal o no dormir nada
- Hambre o deshidratación
- Consumo de ciertos alimentos (queso, chocolate, vino tinto… sí, lo sentimos )
- Estímulos sensoriales intensos (luces, ruidos, olores fuertes)
- Cambios climáticos bruscos
Factores de riesgo: ¿Quiénes tienen más boletos en esta rifa?
Si te identificas con alguno de estos, podrías ser más propens@:
- Genética: si mamá o papá sufren de migrañas, tienes más chance.
- Edad: suele empezar en la adolescencia y puede durar hasta los 50 años.
- Sexo: las mujeres tienen más probabilidad (gracias, hormonas).
- Estilo de vida: dormir mal, comer irregularmente y el estrés diario no ayudan para nada.
Prevención: ¿Se puede evitar?
¡Buenas noticias!
No siempre se puede evitar por completo, pero sí puedes reducir la frecuencia e intensidad de los ataques:
- Mantén horarios fijos de sueño y comida.
- Hidrátate bien, aunque no tengas sed.
- Identifica y evita tus desencadenantes (llevar un diario puede ayudar).
- Haz ejercicio moderado (sin exagerar).
- Maneja tu estrés con técnicas de relajación.
- Cuida tus posturas (tu cuello puede ser un gran traidor silencioso).
Recomendaciones y consejos para sobrevivir sin dolor
Duerme como un campeón: ni mucho, ni poco. 7-8 horas son ideales.
Come balanceado: no saltes comidas. El hambre es amiga de la migraña.
Protege tus sentidos: gafas de sol, tapones de oído, un rinconcito tranquilo… todo ayuda.
Consulta a un profesional: si tienes dolores muy frecuentes o severos, no te automediques. Mejor visita al médico.
Medita y respira: técnicas de relajación y mindfulness ayudan a calmar no solo la cabeza, sino todo el cuerpo.
Datos curiosos que te harán decir: «¡No sabía eso!»
La migraña es una de las principales causas de discapacidad en menores de 50 años en todo el mundo.
Algunas personas pueden predecir sus migrañas por señales previas: cambios de humor, antojos raros o incluso bostezos repetitivos.
Dormir demasiado también puede provocar migrañas. Así que no abuses del «5 minutitos más».
Recuerda: tu bienestar empieza por escuchar lo que tu cuerpo intenta decirte (aunque a veces sea a punta de dolor de cabeza).
Y como siempre, en La Santé, estamos aquí para ayudarte a que te sientas mejor, más informado y más empoderado para cuidar de ti mismo.
Porque la Salud es La Santé.